Edificio de apartamentos de los años 80 con amplios ventanales y vistas a la Ria, se crea un área de vida diáfana que ocupa el 50% de la superficie y se modifica toda la distribución aportando nuevas perpectivas al aprovechar las formas cuadradas del espacio.
El apartamento original estaba distribuido en salón, cocina y baño, con dos habitaciones, una de ellas ciega, los espacios eran reducidos y cerrados, con cierres de ladrillo. La ventilación por shunts no era idónea por la falta de circulación cruzada de aire. Se plantea adaptar todo ello optimizando las vistas y mejorando la luz.
Se vacía toda la estructura interior, eliminando áreas cerradas, la estructura de armarios divide los nuevos espacios y se instala la cocina en la transición del hall al salón. La habitación se cierra con vidrio para aprovechar la luz del gran ventanal. El área de descanso será flexible pudiendo separarse en dos espacios cuando se requiera. Se recicla la carpintería y se suben los techos, las placas de cartón-yeso mejoran el aislamiento térmico y de ruidos. Se instala ventilación mecánica centralizada (VMC) con tomas en las zonas húmedas y en las de paso y descanso.
Espacios diáfanos, armarios suficientes, soluciones operativas para cocina y electrodomésticos. Los materiales sencillos y la estética minimalista en blanco aportan sensaciones de amplitud y relax.